Encima de su cabeza, colocaron un letrero que decía: «Este es el Rey de los judíos». Uno de los criminales colgados junto a él se burló: «¿Así que eres el Mesías? Demuéstralo salvándote a ti mismo, ¡y a nosotros también!». Pero el otro criminal protestó: «¿Ni siquiera temes a Dios ahora que estás condenado a muerte? Nosotros merecemos morir por nuestros crímenes, pero este hombre no ha hecho nada malo». Luego dijo: —Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Jesús respondió: —Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Lucas 23:38‭-‬43 NTV.

38 Encima de su cabeza, colocaron un letrero que decía: «Este es el Rey de los judíos».

39 Uno de los criminales colgados junto a él se burló: «¿Así que eres el Mesías? Demuéstralo salvándote a ti mismo, ¡y a nosotros también!».

40 Pero el otro criminal protestó: «¿Ni siquiera temes a Dios ahora que estás condenado a muerte? 

41 Nosotros merecemos morir por nuestros crímenes, pero este hombre no ha hecho nada malo».

 42 Luego dijo:

—Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

43 Jesús respondió:

—Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso

Estas palabras de Jesús a aquel ladrón que crucificado junto con él, desbarata todo pensamiento o idea de que podemos llegar a ser salvos por nuestras buenas obras. Pues… ¿que buenas obras podría tener aquel malhechor condenado por todos sus delitos?
El mensaje del evangelio, es que la salvación es por la fé en Jesús y en su muerte. Cristo pagó por nuestros pecados al morir en aquella cruz.

AUTOR: Ismael Pérez